Los científicos y filósofos más ilustres de la Córdoba del al-Ándalus

Por la ciudad de Córdoba durante el periodo del al-Ándalus, nacieron y se asentaron los científicos y pensadores más importantes e influyentes de su época. Gracias a la popularidad y el esplendor otorgados por la dinastía de los Omeya, Córdoba llegó a ser una de las ciudades más importantes de Europa, y toda una referencia para los más avanzados eruditos de la época.

Te presentamos a cuatro de los más influyentes pensadores de la Córdoba del al-Ándalus, cuyas doctrinas han traspasado tiempo y fronteras. Un viaje al saber del al-Ándalus, que te ayudará a comprender la historia y el desarrollo de la Córdoba andalusí.

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Ibn Massarra

Muhammad ibn Masarra, también conocido como Masara, fue uno de los primeros maestros del pensamiento y la filosofía del mundo islámico en el al-Ándalus. Masara nació en Córdoba en el año 883, cuando aún la ciudad era un emirato dependiente, pero llegó a vivir el advenimiento del Califato de Córdoba.

Ibn Massarra se inició desde joven en los estudios teológicos del islam y la filosofía griega. Su pensamiento se apoyaría en las tesis de filósofos como Plotino, Empédocles o Aristóteles, a los que estudió en profundidad.

La obra de ibn Massarra sería muy polémica en el al-Ándalus, e incluso trascendió a todo el mundo árabe. Se dice que Masara defendía la libertad humana, la causalidad de los actos y que incluso llegó a negar la existencia del infierno. Todo ello le llevó a ser acusado de hereje por los alfaquíes (estudiosos del islam) más ortodoxos, y a ser condenado por el propio Emir de Córdoba.

Esta situación motivó la huida de ibn Massarra, que permaneció fuera de Córdoba un tiempo. Durante las revueltas previas al establecimiento del Califato, Masara emigró a La Meca junto con sus dos discípulos más fieles. A su regreso a Córdoba, vivió el resto de su vida aislado en la Sierra de Córdoba, en parte, para huir de todas estas acusaciones.

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Maimónides

Maimónides, también conocido como Rambam, fue uno de los personajes más ilustres nacidos la Córdoba del al-Ándalus. Nació en Córdoba en el año 1135 en el seno de una familia de jueces y dirigentes judíos, y se formó en estudios bíblicos y talmúdicos. No obstante, pasó el grueso de su vida en Egipto, donde se ganó la vida como médico de la corte del visir Saladino.

Fue muy conocido en su época por ser un reputado médico, al que incluso se le atribuyeron milagros de curación. Así, escribió importantes tratados de medicina, como el Tratado sobre los venenos y sus antídotos o Guía de la buena salud.

No obstante, su fama en la cultura occidental europea se debe sobre todo a su obra filosófica. La base de su pensamiento la recoge en su escrito Guía de perplejos. En ella establece una conciliación entre la fe y la razón, en la que intenta demostrar que no existen contradicciones entre las enseñanzas judías y las doctrinas de filosofía aristotélicas.

La influencia de su pensamiento es basta y amplia. De su obra surge el movimiento intelectual judaico de los siglos XIII y XIV, que se extendió por España y Francia. También es considerado como precursor de las ideas de Spinoza, filósofo neerlandés de origen sefardí y considerado como uno de los grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII.

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Averroes

Ibn Rushd, más conocido como Averroes, es una de las figuras más conocidas y trascendentes del al-Ándalus. Nació en el año 1126 en Córdoba, en el seno de una familia de estudiosos de derecho. Su abuelo y su padre ejercieron el cargo de “cadí” principal de Córdoba (una especie de gobernante y juez), y él lo llegó a ser de Sevilla. Así, fue instruido en jurisprudencia, medicina y teología.

Su gran aportación filosófica fue la noética, formulada en su obra Gran comentario. En ella, Averroes parte de la distinción aristotélica entre dos intelectos para desligar la reflexión filosófica de las especulaciones místicas y políticas. De este modo, Averroes se centra en aclarar cómo piensa el ser humano, y cómo es posible que formule verdades universales y eternas siendo un ser perecedero.

A finales del siglo XII, con la conquista de los almohades, Averroes fue desterrado y aislado, y se prohibieron sus obras. No obstante, meses antes de su muerte fue reivindicado y llamado a servir a la Corte de Marruecos.

Sus escritos fueron muy influyentes también fuera del mundo islámico, sobre todo en el pensamiento cristiano de la Edad Media y el Renacimiento. A pesar de la condena que formuló en obispo de Paris Étienne Tempier contra 219 de sus tesis, muchas de ellas perduraron gracias a autores como Giordano Bruno o Giovanni Picco della Mirandola. Uno de los cráteres de la Luna se llama ibn Rushd en su honor.

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ibn Tufail

Ibn Tufail nació entre las provincias de Granada y Almería en torno al año 1105. Fue uno de los pensadores más influyentes del al-Ándalus, llegando a trabajar para el sultán almohade Abu Yaqub Yusuf. Se formó el derecho islámico y medicina, y durante su vida se dedicó a la medicina, la filosofía, las matemáticas y la poesía.

Aunque ibn Tufail pasó gran parte de su vida residiendo en las ciudades de Granada y Sevilla, también estuvo ligado a la ciudad de Córdoba, perteneciente al Imperio almohade. Así, según un cronista de la época, fue mentor del gran maestro cordobés Averroes.

La filosofía de ibn Tufail parte del platonismo, al que adapta a los postulados del islam. Su obra más influyente fue la novela filosófica El filósofo autodidacta. En ella, narra las aventuras de Hayy ibn Yaqzan, un joven que nace y crece completamente solo en una isla desierta. A través de la novela, el personaje evoluciona del conocimiento empírico al científico, y de este al místico, poniendo en valor la vida intelectual y filosófica.

El filósofo autodidacta es la segunda obra literaria árabe clásica más traducida, por detrás tan solo de Las mil y una noches. Y se dice que, junto con su filosofía empirista, influyó en obras como El Criticón, de Baltasar Gracián, Robinson Crusoe de Daniel Defoe o Zadig, de Voltaire.